Asfalto, baldosas, buzos polares, pallets, tapas para desagües y abono, con los residuos que separan y tiran los vecinos en la Ciudad.
Vecinos y chicos de los colegios pudieron verlo. Muchos de los residuos que tiran los porteños se recuperan en el Centro de Reciclaje Villa Soldati. En sus cinco plantas de: orgánicos, restos de poda, restos de construcción o áridos, centro verde automatizado y botellas PET, que producen asfalto, baldosas, tapas para desagües y abono para plazas.
De las 7.300 toneladas de residuos que genera la Ciudad por día, procesamos casi el 80% del total, y una gran parte se tratan en el Centro de Reciclaje y vuelven a la industria como materia prima. Así logramos reducir al 50% los residuos que enviamos a entierro. Los tipos de residuos que se procesan allí son variados: están los que se producen en restaurantes, y los de las obras en construcción; los que se originan en la poda y los que provienen de las campanas verdes.
En la planta de orgánicos, se tratan toneladas diarias de material que viene de un circuito exclusivo de recolección de locales entre restaurantes, patios de comida, hospitales y hoteles. Los residuos son seleccionados por operarios en una cinta transportadora, descompuestos por 12 días en un biorreactor, y acopiados por tres o cuatro semanas para que terminen de madurar. El resultado es enmienda orgánica, que se usa como abono en las plazas y parques. El proceso se inicia con la separación en origen de la basura, a donde pasan a buscarla los camiones de la ciudad.
La recorrida continúa en la planta que trata los restos de poda. Estas ingresan a la máquina y salen hechas astillas, chips, virutas, fibras y pallets, para usarlos como cobertores en parques y jardines, o para hacer compost, también.
La vedette del centro es la planta de tratamiento de residuos áridos, que fue la primera que se creó. En la planta de tratamiento de restos de construcción: todos los volquetes de obras porteñas, deben descargar sus escombros ahí. Son toneladas diarias, que son transformadas en material reutilizable para obras civiles y viales (tapas para desagües), o en materia prima para hacer hormigón. La piedra recolectada es triturada en cuatro tamaños: un polvo similar a la tosca para hacer pavimentación (asfalto), ya que tiene muy buena compactación; granza, que se usa para hormigón pobre; cascote de relleno; y un material que es bruto, mucho más grande, que compran las cascoteras para triturarlo de acuerdo a la conveniencia de los clientes. También para hacer baldosas se tritura el vidrio y el material de residuos electrónicos usados.
Las botellas PET (tereftalato de polietileno) tienen una planta de tratamiento especial: allí se convierten en escamas, esta transformación es el primer paso para reutilizar el material en la producción de nuevas botellas, cerdas para escobillones y hasta buzos tipo polar. En esa planta trabajan dos operarios de cada una de las nueve cooperativas que llevan PET. Como los recuperadores les dan prioridad al papel y al cartón, porque es lo que más valor tiene en el mercado, con esta planta buscamos que también valoren y recolecten el PET. A las cooperativas se les devuelve la misma cantidad de material que entregaron, pero con un valor agregado
El recorrido termina en el Centro Verde Automatizado (inaugurado en el 2017). Es la versión mejorada de los 15 centros verdes que hay en la ciudad, ya que el proceso tiene tecnología MRF, al igual que los de las plantas de Barracas y Saavedra, la cual automatiza el proceso de separación de material reciclable. Este proviene tanto de las campanas verdes de toda la Ciudad como de lo recolectado por la cooperativa Alelí, donde sus 80 integrantes trabajan en turnos para separar y enfardar todos los residuos que los habitantes de la Ciudad dejan en las campanas verdes: papel, cartón, vidrio, plástico y metal.
Además, en el Centro de Reciclaje hay un centro educativo que recibe anualmente cerca de 12 mil visitas de colegios primarios y secundarios, a la que en esta oportunidad cuando hicimos la recorrida se le sumaron vecinos. Qué cómo pudieron ver: invertimos en tecnología, pero también alentamos año tras año el trabajo que vienen haciendo los recuperadores urbanos, quienes separan los materiales que vuelvan a la industria. El Centro de Reciclaje de la Ciudad es el único en el país y estamos muy orgullosos de cómo funciona y los resultados que obtiene: buzos polares, pallets; además de baldosas, asfalto, abono y tapa para desagües, con muchos de los residuos que separan y tiran los vecinos en la Ciudad.
Eduardo Macchiavelli Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires
Genial justo esto es lo que me faltaba para terminar mi trabajo, al fiiiiin T.T GRACIAS!