Buenos Aires rompió el récord del uso de la bicicleta en plena pandemia
La pandemia aceleró un cambio que ya se venía dando en la Ciudad: cada vez son más las personas que eligen moverse en bicicleta. Su uso tuvo un aumento récord en estas semanas de hasta un 114% de viajes. Por eso, acompañamos a los vecinos con más infraestructura.
Buenos Aires se prepara para incorporar 17 km nuevos a los 250 existentes, esta vez en las avenidas Córdoba y Corrientes.
De esta manera, apostamos a transformar el uso de estas avenidas donde observamos mayor cantidad de viajes y va en línea con las experiencias llevadas a cabo en otras ciudades del mundo como México DF y Bogotá u otras locales, como Rosario, Salta y Neuquén.
La pandemia nos hizo incorporar nuevos hábitos y encontramos la oportunidad para hacer una transformación profunda en la movilidad. Cada vez hay más ciclistas en la Ciudad y también, más vecinos que priorizan las alternativas #sustentables y amigables con el ambiente. Nosotros, como dirigentes, tenemos la obligación de acompañarlos para avanzar hacia una ciudad cada día más sostenible.
¿Por qué la bicicleta?
La bicicleta reúne todos los requisitos necesarios en el escenario que viene: es una alternativa de viaje al aire libre que asegura el distanciamiento social y es una aliada clave, junto con otros medios de micromovilidad, para los desplazamientos de las personas que se sumen en las distintas fases de reapertura a la vida en la Ciudad.
En esta pandemia es un transporte ideal para distancias cortas porque, al ir solo y al aire libre, el riesgo de contagio se reduce muchísimo. Además no contamina ni produce ruido y nos permite llegar más rápido y hacer ejercicio, algo fundamental para la salud.
Por este motivo, sumar más tramos de ciclovías en avenidas ya es una tendencia en varias ciudades del mundo y una manera de mejorar la seguridad vial de los vecinos, sobre todo en estas zonas céntricas.
No sólo buscamos multiplicar el uso de la bicicleta sino determinar las bases de la Ciudad que queremos darle a las próximas generaciones.
Beneficios Ambientales de la bicicleta
Los vehículos son una de las causas principales de contaminación atmosférica y acústica, por eso, buscamos alternativas de transporte con menor impacto ambiental y las bicicletas siguen siendo la mejor opción:
Al usar la bicicleta se ahorran cerca de 2.5 kilogramos de CO2 por cada litro que consume un auto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la mitad de los viajes urbanos en coche son de distancias inferiores a 3 km y se podrían recorrer fácilmente en bicicleta.
Por otro lado, es importante resaltar la disminución de ruido que trae consigo el uso de bicicletas, ya que en zonas urbanas el 80% de la contaminación acústica es provocada por los vehículos en congestión vial.
No consume gasolina, no contamina y no hace ruido, la bicicleta es uno de los transportes más ecoamigables en el mundo. Además, su estructura requiere de poco mantenimiento y escaso espacio para estacionarse.
Trabajar sobre un Plan de Movilidad Sostenible
En la Ciudad se realizan seis millones de viajes diarios, lo que representa un desafío para la circulación vehicular tanto dentro de la Ciudad como así también en los ingresos y egresos a provincia.
Por eso, Buenos Aires desarrolla obras de conectividad de gran envergadura que dan respuesta y agilidad a la circulación y promueven una movilidad sustentable.
La movilidad urbana sostenible es, en términos generales, aquella que le permite a individuos y sociedades satisfacer sus necesidades de acceso a áreas de actividad con total seguridad de manera compatible con la salud de los seres humanos y los ecosistemas.
Un Plan de Movilidad Sostenible define las grandes orientaciones de la política de movilidad en las ciudades y áreas circundantes con la finalidad de garantizar un equilibrio a largo plazo entre las necesidades de movilidad y el medio ambiente.
Desde la Ciudad de Buenos Aires, estamos apostando a un Plan de Movilidad urbana que priorice a los peatones y la movilidad sustentable por diversos motivos:
– Garantiza la disminución de atascos y de los efectos derivados de la congestión: ruido, contaminación atmosférica, contribución al efecto invernadero y accidentes.
– También disminuye el consumo de energías no renovables, promoviendo el consumo de combustibles renovables, como los biocombustibles, y otras energías más limpias.
– Reduce los tiempos de viaje.
– Mejora de los servicios de transporte público.
– Recuperamos el espacio público disponible, al tener que destinarse menos al tráfico e infraestructuras.
En concordancia, se logra una mejora de:
– Condiciones de accesibilidad para todos los habitantes, incluidas las personas con movilidad reducida.
– Salud de los habitantes gracias a la reducción de la contaminación y el ruido, y también gracias a la promoción del uso de los modos a pie y en bicicleta (modos más saludables), así como la delimitación de áreas de la ciudad de baja contaminación.
– Calidad del ambiente urbano y de la calidad de vida de los habitantes.
Para llegar a los objetivos y lograr los beneficios de un Plan de Movilidad Sostenible, deben habilitarse recursos, implantar medidas y cambiar tendencias. En consecuencia, es necesario que tanto la sociedad como las administraciones tomemos conciencia y colaboremos entre todos para hacerlo posible.